Lucas 10:30 “Respondiendo Jesús, dijo: Un hombre que descendía de Jerusalén a Jericó cayó en manos de ladrones, los cuales lo despojaron, lo hirieron y se fueron dejándolo medio muerto”
Exodo 20:15 El octavo mandamiento dice: “No robarás” Es más fácil decirle a alguien eso que decir “No robaré”.
Cuando se habla de robar, regularmente pensamos en alguien con una máscara negra o un arma en la mano, mareros, extorsionistas, un asalto violento a un bus o institución bancaria. Estas formas de apoderarse de lo ajeno definitivamente son condenables sin embargo, no notamos que de alguna forma nosotros también practicamos robo.
“Un hombre en silla de ruedas, quien estaba cerca de la parada de un semáforo, le pidió limosna a un peatón que pasó cerca de él. Este le dio un billete que llevaba en la bolsa y con palabras de ánimo le dijo: -Dele gracias a Dios que por lo menos no es ciego- el hombre en la silla de ruedas le respondió: “La semana pasada fui ciego y recibí demasiados billetes falsos”
El hablar de robo nos hace entender la cruda realidad de nuestra sociedad. Lo que describiremos a continuación es realmente sorprendente. Las personas roban objetos, biblias, celulares, bolsos, etc. incluso en las iglesias. Cualquier cosa puede ser robada y quizá por la persona que este justo a su par. Predicadores de congregaciones grandes sugieren no dejar sus bolsos en los asientos, aunque los que asistan sean los redimidos, los santos o los salvos. Un ladón no necesariamente tendrá una máscara, puede tener una biblia en la mano. La práctica de robar lamentablemente está muy enraizada; Guatemala tiene más agentes de seguridad privada que agentes de la Policía Nacional Civil. En todas las empresas privadas puede verse un guardia de seguridad armado y es debido al índice de robos; las estadísticas indican que de cada 62 personas que ingresan a un supermercado una de ellas sale de ahí con mercadería que no pagó. Los escáneres en las entradas de los comercios dicen “Gracias por su visita nos agrada, pero no confiamos en ninguno de ustedes, cualquiera puede ser un ladrón” existe tanta costumbre a robar que los emblemas de los carros son robados. Los chatarreros roban objetos de metal, las señales de tránsito, los rótulos, los rieles de las líneas.
Isaías 5:20 “¡Ay de los que llaman a lo malo bueno y a lo bueno malo, que tienen las tinieblas por luz y la luz por tinieblas, que tienen lo amargo por dulce y lo dulce por amargo!” Los valores están cambiados. Si alguien roba se llama “astuto” y si alguien no lo hace se le denomina “tonto”. Queremos justificar que todos roban para poder hacerlo nosotros.
No está bien robar aunque tenga mucha hambre o mucha necesidad.
¿Estará bien que una madre soltera por circunstancias de la vida, con un bebé recién nacido, tenga que robar para alimentar a su hijo? Ha llegado a tanta su necesidad que porque el niño llora y ella no tiene que darle. No está bien que la mujer decida robar para alimentar a su hijo aunque parezca una causa justificada. Ella tiene otras opciones. Puede pedir, orar, trabajar e incluso rogar a un vecino por un poco de comida, que seguramente alguien se apiadará.
Prov. 6:30 “No se desprecia al ladrón que roba para mitigar su hambre” No está bien robar aunque tenga mucha hambre o mucha necesidad, está mal robar.
Robar un poquito ¿Está bien robar un poquito? ¿Es lo malo robar mucho? Los gobernantes y políticos roban mucho y está mal, pero está mal porque es “mucho” lo que roban o, ¿Sencillamente está mal robar? Esta mal robar un celular nuevo e igual de mal está robarlo si es viejo o que ya no sirve.
Robarle al que tiene mucho. ¿Está bien robarle al que tiene mucho para darle al que tiene poco? Como el famoso personaje Robin Hood. Porque al robarle al rico puede pensar “es quitarle un pelo a un gato”. ¿Está bien robarle a Bill Gates? No lo percibiría. ¿Cree que no está mal si roba solo un centavo? No es la cantidad. No es a quien le roba. Lo malo es el acto de apropiarse de algo que no le pertenece, sea pequeño, sea grande, sea útil o inservible, o a quien se lo quitaré si lo necesita o no.
El fin no justifica los medios. Si la mujer tiene mucha necesidad de la leche, eso no es una causa para que ella pueda ir y robar un bote de leche.
Robar es robar. Tenemos los valores cambiados. Pensamos que robar poquito, o robarle a quien tiene mucho o por una causa justificada, no está mal. Vemos con maldad el que tiene mucho y más aún si le roba a los que no tienen, lo vemos como algo terrible e indignante.
¿Está bien que le roben a usted? ¿Está bien que usted robe? No está bien. Aunque le roben algo que ya no le sirve, usted no debe pensar “¡Qué bueno que se lo llevaron, porque ya no me servía!”
Robar es un pecado, no importa si se está muriendo del hambre. Robar una manzana o robar Q. 100. Es igual de malo.
Efesios 4:28 “El que robaba, que no robe más, sino que trabaje honradamente con las manos para tener qué compartir con los necesitados.” Si alguien tiene necesidad no debe robar sino trabajar y producir. Buscar con sus habilidades la forma de ser productivo. No robe para darle a alguien que tiene necesidad. La Palabra manda a trabajar, a hacer algo laborioso.
El costo de robar
Cuando robamos nos engañamos a nosotros mismos. nos creemos astutos por robar. Según la Biblia nos estamos engañando a nosotros mismos.
Un excelente constructor de una famosa firma inmobiliaria en Estados Unidos tuvo que hacerse cargo de la construcción de una casa que su jefe le pidió, entonces utilizo materiales de mala calidad y cobrando el precio de materiales de alta calidad, quedándose consigo la diferencia como un ahorro destinado a sus bolsillos. Construyó una casa que por fuera era linda, pero con materiales de mala calidad. El Jefe le dijo entonces, “Hemos pensado con mi familia en bendecirte y ésta es tu casa”.
Robar destruye la confianza. La persona que roba algo en cualquier lugar o deja que sus hijos tomen cosas que no les pertenecen, están diciendo con esas actitudes “No confío en Dios para que me provea y como Dios no me provee, obtendré las cosas a mi manera” si robas las personas no te verán bien, perderás la confianza que puedan poner en ti. El perdón es inmediato, pero construir la confianza lleva tiempo.
Robar destruye el carácter. El que roba se siente mal. Pablo le habla a Timoteo y le dice que hay gente que ya tiene la conciencia cauterizada. Siempre existe una intranquilidad por tomar algo que no le pertenece. Si toma un dinero que no le pertenece, se sentirá mal.
No dar el diezmo es robar, así lo dice la Palabra. Pensamos “Esta mal si me roban” pero no está mal si yo robo” “tampoco está mal si le robo a Dios”
Robar destruye la economía de un país. El costo de seguridad de un país es muy alto. En las empresas privadas el costo es pagado por el consumidor en los productos que se adquieren.
Proverbios 11:1 “El peso falso es abominación a Jehová; Mas la pesa cabal le agrada”
Distintas formas de robar
Podemos robar cuando no damos la cantidad o la calidad pactada con alguien. Si pone un repuesto usado y le cobra a su cliente por nuevo, usted está robando. Si se siente bien por haber sido astuto sepa que su negocio nunca va a prosperar. Todo lo que el hombre siembra, eso cosecha. Vender pesos inexactos, mala calidad, carros en mal estado, etc. todo eso es un robo y está mal. La compra de música pirata también es un robo. el productor de esa música trabajo muchas horas y ese trabajo tiene un precio. Las instalaciones de software sin licencia también son un robo. Si Bill Gates le robara a usted, estaría muy molesto. Eso es una balanza falsa, un peso deshonesto. Tira todo lo que tengas en tu casa y sea pirata y empieza a adquirir cosas legalmente lo que es correcto y honesto delante de Dios. Eso es honestidad.
No robarás. No piratearás. En las ventas de discos piratas puede verse aglomerada a la gente, si no hubiera demanda no hubiera oferta. Si alguien te vende algo diciendo “lo he adquirido de forma ilegal” tu no lo compras. Tu lógica no te lo permite. El peso falso es abominación al Señor. Es aterrador pensar que si un día decimos “En Guatemala somos 100% Cristianos Evangélicos” y la situación siga igual. El porcentaje no sirve de nada si no afecta el núcleo de la nación.
Malaquías 1:13 “Además, habéis dicho: ¡Qué fastidio es esto!", y me despreciáis, dice Jehová de los ejércitos. Trajisteis lo robado, o cojo, o enfermo, y me lo presentasteis como ofrenda. ¿Aceptaré yo eso de vuestras manos? dice Jehová” si lo que usted tiene es producto ilegal y deja el diezmo de sus ventas, Dios no lo recibe. La iglesia sí lo recibe porque no puede controlar el origen del dinero.
No darle al César lo que es del César. Aunque usted crea que el César no utilizará bien lo que usted le va a dar, dele al César lo que es del César. “Y denle a Dios lo que es de Dios. Se puede robar dando una pesa falsa, se puede robar cuando no se le da a quien tiene que dársele, se le puede robar a Dios lo que le pertenece a Dios. Lo que se le puede robar a Dios además de el dinero en el diezmo, es la Gloria. Romanos dice 12:36 que a Dios debe dársele toda la Gloria y la honra. Al darnos gloria a nosotros mismos, estamos tomando algo que le pertenece a Dios. Pablo dijo: “si lo que tienes lo recibiste, ¿de qué te glorías?” Si Dios te usa, no te quedes con nada de la Gloria que le pertenece a Dios y no salgas a la calle como un pavo real quitándole eso que le pertenece que es toda la Gloria y la Honra. Mantente humilde.
Al quitarle a alguien su buen nombre con nuestra lengua suelta. La lengua suelta mata la buena reputación de las personas. Cuando alguien nos dice algo malo de otra persona, esto nos afecta y nos predispone. Robamos cuando en nuestro trabajo no cumplimos lo que debemos hacer.
Robarle al hombre está mal.
Robarle a Dios está mal.
Robar poquito está mal
Robar mucho también.
Robarle al que tiene está mal
Robarle al que no tiene nada, está mal.
No pagar un salario completo está mal.
No darle su tiempo a alguien que lo merece, está mal.