Interesantemente cuando estudiamos algunos elementos del cosmos como tal, podemos analizar y comprobar muchas situaciones que ahí se mueven o comprueban: distancias, formaciones, fenómenos que quizá no logramos comprender al 100%, por mencionar una situación, nuestra galaxia, conforma miles de galaxias y en cada una de ellas, se han contabilizado miles de miles de estrellas; lo que nos posiciona en un lugar microscópico en el universo en el cual Dios se toma su tiempo, un tiempo en el cual El se manifiesta a nuestra vida como muestra de Su infinito amor.
Pero he aquí que la palabra del SEÑOR vino a él, diciendo: Tu heredero no será éste, sino uno que saldrá de tus entrañas, él será tu heredero. Lo llevó fuera, y le dijo: Ahora mira al cielo y cuenta las estrellas, si te es posible contarlas. Y le dijo: Así será tu descendencia. Y Abram creyó en el SEÑOR, y El se lo reconoció por justicia. (Génesis 15:4-6 LBLA)
Lo que esto nos lleva a ver es que si no salimos de nuestra tienda, de nuestro círculo en el cual nos movemos, no veremos la realidad que nos rodea; las almas a las que debemos llevar el mensaje del evangelio, son muchas y a veces nos ubicamos en un lugar, en un rincón quizá, dentro de nuestra casa pensando que ya hemos hecho lo suficiente en la obra de Dios; peor aun pensamos que si llenamos nuestra vida de una herencia material, estamos alcanzando la gloria. Sin embargo, al padre de la fe, Abraham, lo tuvieron que sacar de la tienda donde vivía, para que viera al cielo y si podía contar las estrellas, podría contabilizar su descendencia, pero Abraham no lo podía hacer porque nunca llegaría al nivel en el cual Dios estaba para que pudiera contarlas, sin embargo creyó a la palabra de Dios, le fue contado por justicia y alcanzó la promesa de Dios.
...de cierto te bendeciré grandemente, y multiplicaré en gran manera tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena en la orilla del mar, y tu descendencia poseerá la puerta de sus enemigos. (Génesis 22:17 LBLA)
Dios no tiene ningún problema con las distancias y tiempos porque El es Dios, ante Su palabra se hacen las cosas, no necesita utilizar el tiempo, no necesita utilizar distancias ni nada que el mismo hombre haya conformado porque Dios ya dijo que nosotros como descendencia de Abraham, poseeremos la puerta de nuestros enemigos y si El lo ha decretado, así será.
Oráculo del que escucha las palabras de Dios, y conoce la sabiduría del Altísimo; del que ve la visión del Todopoderoso, caído, pero con los ojos descubiertos. Lo veo, pero no ahora; lo contemplo, pero no cerca; una estrella saldrá de Jacob, y un cetro se levantará de Israel que aplastará la frente de Moab y derrumbará a todos los hijos de Set. (Números 24:16-17 LBLA)
No sea que levantes los ojos al cielo y veas el sol, la luna, las estrellas y todo el ejército del cielo, y seas impulsado a adorarlos y servirlos, cosas que el SEÑOR tu Dios ha concedido a todos los pueblos debajo de todos los cielos. Pero a vosotros el SEÑOR os ha tomado y os ha sacado del horno de hierro, de Egipto, para que fuerais pueblo de su heredad como lo sois ahora. (Deuteronomio 4:19-20 LBLA)
A veces nosotros estamos peleando batallas que no logramos comprender, sin embargo Dios nos dice que avancemos porque en el tiempo, nuestro presente es el pasado en el que Dios estuvo librando batallas y es por eso que El nos habla diciendo que debemos avanzar, que debemos conquistar porque nuestro futuro, Dios lo ve como un pasado, El conoce nuestro pasado, presente y futuro sin que haya quien rechace las distancias del tiempo, sin que haya quien rechace los decretos de Dios.
Es por eso que nosotros debemos caminar como victoriosos en las manos de Jehová de los ejércitos, recordemos lo que Dios le dijo a Abraham, ¿puedes contar las estrellas? Ahora la interrogante es para nosotros y Su respuesta será: así serán las bendiciones que tendrás en tu vida... y si le creemos a Dios, nos será contado por justicia.
Desde los cielos las estrellas pelearon, desde sus órbitas pelearon contra Sísara. (Jueces 5:20 LBLA)
Dentro de las constelaciones, Dios ha asignado seres espirituales, vigilantes de parte de Dios porque El ha decretado que vengan en nuestro auxilio; pero debemos aprender a vivir nuestro presente con el pasado en el cual estuvo Dios en algún momento y nos ha entregado esa victoria.
Cuenta el número de las estrellas, y a todas ellas les pone nombre. (Salmos 147:4 LBLA)
Si podemos contar las estrellas, podemos contar las victorias que Dios tiene para nuestra vida, solamente debemos avanzar en pos de Sus promesas.
Los entendidos brillarán como el resplandor del firmamento, y los que guiaron a muchos a la justicia, como las estrellas, por siempre jamás. (Daniel 12:3 LBLA)
Un día nosotros seremos una estrella en el firmamento porque comprendimos lo que sucedería; de tal manera que el que hace volver a un pecador del error, le está mostrando la justicia de Dios.
En su mano derecha tenía siete estrellas, y de su boca salía una aguda espada de dos filos; su rostro era como el sol cuando brilla con toda su fuerza. (Apocalipsis 1:16 LBLA)
El sol natural puede estar perdiendo fuerza, puede estar perdiendo su luz, pero nuestro sol de justicia, conformado como un pasado en el que estuvo y se convierte en nuestro presente victorioso.