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Aposotol Sergio Enriquez - La Busqueda Divina

M. Bravo
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¿Qué es mejor: buscar o ser buscado?, ¿Quién es más humilde: el que busca o el que es buscado? Con esto podemos empezar la enseñanza de esta oportunidad para que podamos ver los círculos virtuosos que existen en algunas situaciones que Dios permite; porque basándonos en lo que iniciamos preguntando, podemos decir que El nos buscó primero y nos sigue buscando; pero además debemos analizar y considerando que existen diferentes búsquedas, porque el Padre busca, el Hijo busca y el Espíritu Santo busca.

LA BUSQUEDA DEL HIJO
...porque el Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se había perdido. (Lucas 19:10 LBLA)
La Biblia nos describe una parábola en la que se habla de la búsqueda de una oveja; haciendo alusión de un pecador; figura de cada uno de nosotros, pero gracias a Dios fuimos encontrados; el Padre manifestó Su humildad enviando a Su Hijo para que nos buscara; se humilló como nadie más lo podrá hacer Jamás, a tal grado que tomó cuerpo de hombre hasta llegar a morir en la cruz; Su amor es tan grande que no tuvo a qué aferrarse para buscarnos, y que hoy tengamos la oportunidad de llegar a la eternidad. Si nuestro Señor Jesucristo no hubiera venido a buscarnos; no podemos tener ni la menor idea del lugar donde hoy estaríamos; sin lugar a dudas seguiríamos como nos encontramos: perdidos.
La Biblia menciona 10 leprosos a quienes la sociedad de aquel entonces habían tratado muy mal por la misma razón de su enfermedad la cual era contagiosa; entonces a donde ellos iban eran rechazados y discriminados a extremo; para hacernos una idea, podemos decir que los leprosos eran tratados como hoy día le sucede a una persona que ha sido contagiada de SIDA; es rechazado por la sociedad y difícilmente le seden trabajo secular. Los 10 leprosos estaban sin ninguna oportunidad, pero dentro de los 10, había 1 que estaba en una peor situación porque era samaritano; los otros 9 eran judíos y menospreciaban al samaritano; no solamente lo menospreciaba la sociedad en general, sino que, los leprosos judíos lo menospreciaran más aun; pero cuando fue sanado por el poder de Jesús; también fue el único que regresó a El para agradecerle su sanidad, todos los demás eran religiosos y mal agradecidos, nunca volvieron para agradecer el favor de Dios.
LA BUSQUEDA DEL PADRE
Busqué entre ellos alguno que levantara un muro y se pusiera en pie en la brecha delante de mí a favor de la tierra, para que yo no la destruyera, pero no lo hallé. (Ezequiel 22:30 LBLA)
Lo que el Padre está buscando son intercesores; dejó de buscar pecadores porque la sangre de nuestro Señor Jesucristo nos lavó; entonces hoy lo que busca el Padre es intercesores que pidan por otros, donde el egoísmo que fue manifestado durante mucho tiempo, haya sido eliminado y que dejemos de pensar solamente en nuestro beneficio y nos ocupemos en beneficiar a los que están necesitados. Cuando Cristo nos encuentra, sigue la búsqueda del Padre, pero ahora El busca intercesores dentro de los que el Hijo encontró. Es tiempo entonces que intercedamos por los demás, si nosotros hemos sido librados de la violencia y tanto problema que ha llegado a alcanzar a cualquier persona en forma indiscriminada; hoy es el tiempo en el que debemos interceder por los demás.
Y oí la voz del Señor que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí: Heme aquí; envíame a mí. (Isaías 6:8 LBLA)
Existe una oración que dice:
Entonces dijo a sus discípulos: La mies es mucha, pero los obreros pocos. Por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies. (Mateo 9:37-38 LBLA)
Esta es una oración válida que el Hijo dijo que se le podía hacer al Padre; porque el Padre también busca aquellos que estemos dispuestos a que nos envíen a lugares quizá inhóspitos; pero sin importar a dónde Dios nos diga que vayamos, debemos saber que todo cuanto haremos; será en Su nombre, solamente necesitamos estar seguros que sea El quien nos está enviando y no que salgamos por nuestra propia voluntad, porque en tal caso podemos tener problemas.
A donde vayamos en el nombre del Padre, la obra que El nos pidió, se hará porque tenemos Su delegación; pero necesitamos ser de aquellos que verdaderamente lloran por servirle a Dios, aquellos que no les importa sacrificar nada, por servirle a Dios en todo momento.
Tiempo empero viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre a los tales busca como adoradores suyos. (Juan 4:23 VMP)
El Hijo no busca adoradores, busca pecadores, el que busca adoradores es el Padre, y los encuentra dentro de los pecadores que el Hijo rescató porque dejaron de pecar por seguirlo a El.
LA BUSQUEDA DEL ESPIRITU SANTO
Porque los que despreciaron el día de los modestos comienzos, se alegrarán cuando vean la piedra de remate en manos de Zorobabel. Estas siete lámparas son los ojos de Yahvéh que recorren toda la tierra. (Zacarías 4:10 BSA)
Del trono salían relámpagos, voces y truenos; y delante del trono había siete lámparas de fuego ardiendo, que son los siete Espíritus de Dios. (Apocalipsis 4:5 LBLA)
Las 7 lámparas también son ojos, son los 7 espíritus que están tipificando la magnitud de la totalidad del trabajo que Espíritu Santo está realizando en Su búsqueda.
He aquí, los ojos del SEÑOR están sobre los que le temen, sobre los que esperan en su misericordia... (Salmos 33:18 LBLA)
El Espíritu Santo lo que busca es quién tiembla ante Su presencia, pero no por miedo sino por respecto, y que como consecuencia han dejado de ser participantes de las obras del mundo; luchan por no ensuciarse con las cosas del mundo y cuando son deliberadamente alcanzados, entonces buscan ministración para estar siempre a cuentas con Dios.
Todo esto lo hizo mi mano, y así todas estas cosas llegaron a ser--declara el SEÑOR. Pero a éste miraré: al que es humilde y contrito de espíritu, y que tiembla ante mi palabra. (Isaías 66:2 LBLA)
El Espíritu Santo anda en la búsqueda de aquellos que no menosprecian Su alabanza, Sus profecías, Su adoración, el mensaje de Su palabra, el que no rechaza leer la Biblia, aquel que no deja caer ni una de las palabras de Dios a tierra. Lamentablemente existen muchos que rechazan la palabra de Dios en Sus diferentes manifestaciones, por ejemplo: como profecía; pero cuando el Espíritu Santo encuentra un vaso que tiembla ante la palabra de Dios; se regocija porque no deja caer a tierra las palabras de Dios que llegan a su vida; es a esos vasos a los que el Espíritu Santo está buscando.
No aparta sus ojos del justo, sino que, con los reyes sobre el trono, los ha sentado para siempre, y son ensalzados. (Job 36:7 LBLA)
Esto nos deja ver que no todos los cristianos son vistos como tal; porque entonces cómo podríamos explicar el Salmo que dice:
Has amado la justicia y aborrecido la iniquidad; por tanto Dios, tu Dios, te ha ungido con óleo de alegría más que a tus compañeros. (Salmos 45:7 LBLA)
El Espíritu Santo anda buscando justos para exaltarlos; de tal manera que debemos anhelar que Dios nos encuentre justos y que seamos exaltados en El llenándonos de Su presencia.
Porque los ojos del SEÑOR recorren toda la tierra para fortalecer a aquellos cuyo corazón es completamente suyo. Tú has obrado neciamente en esto. Ciertamente, desde ahora habrá guerras contra ti. (2 Crónicas 16:9 LBLA)
El punto principal que debemos ver en el versículo anterior, lo podemos ver en la primera parte: el que se entrega por entero al Señor Jesucristo; es buscado por Dios para ser fortalecerlo. El que es encontrado por el Espíritu Santo con un corazón entregado a Dios, es catapultado a otra dimensión espiritual con el propósito que podamos avanzar.
Los ojos del Señor están custodiando a los sabios; mas los discursos de los malos van todos por el suelo. (Proverbios 22:12 FTA)
Estimada a los ojos del SEÑOR es la muerte de sus santos. (Salmos 116:15 LBLA)
Nosotros primeros fuimos buscados por Dios para después buscarlo a El, para que como consecuencia El nos volverán a buscar y que nosotros siguiéramos buscándolo, por eso se convierte en un círculo virtuoso.

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